CUIDADO DEL OÍDO
El oído es un órgano muy delicado que requiere un especial cuidado y atención. Gracias al oído podemos escuchar los sonidos del mundo que nos rodea, por lo que es esencial para comunicarnos. Además, nos ayuda a mantener el equilibrio.
Realiza una correcta higiene del oído. No es recomendable el uso de bastoncillos de algodón ya que pueden empujar la cera hacia el interior del conducto auditivo y provocar infecciones u otros problemas de oído
Después de la ducha o baño, seca bien el oído con una toalla o pañuelo, para evitar la humedad y posibles infecciones por hongos
Utiliza tapones cuando te bañes en la playa o en la piscina
Acostúmbrate a bajar el volumen de la tele, la radio, el teléfono o cualquier otro dispositivo
Reduce el tiempo que utilizas los auriculares y no duermas con ellos
Cuida especialmente tus oídos cuando estés resfriado o tengas una gripe o infección
Aun siguiendo todos estos consejos, es muy probable que notes la presencia de una vieja conocida en nuestros oídos: la cera.
Sí. La cera, también llamada cerumen, es una secreción natural de las glándulas del conducto auditivo externo que actúa a modo de barrera. Su función es proteger el conducto auditivo de daños causados por el agua, polvo, cuerpos extraños, bacterias, etc.
La cera suele eliminarse de forma natural, desplazándose por el conducto auditivo hasta el exterior. Sin embargo, en ocasiones la cera se acumula, dando lugar a los tapones de cera, una obstrucción que puede ser parcial o total y que puede producir los siguientes síntomas, algunos muy molestos:
• Dolor y ruido en el oído (acúfenos)
• Picor
• Sensación de oído taponado
• Mareos
• Pérdida de audición parcial
Una acumulación excesiva de cera puede relacionarse con distintas causas:
• Producción excesiva de cera, como resultado de una irritación como el uso de productos para el pelo, o el uso recurrente de auriculares o audífonos.
• Uso de bastoncillos o instrumentos inadecuados para su eliminación que comprimen la cera, empujándola hacia el interior del conducto auditivo en vez de eliminarla.
• Algunas enfermedades como fibrosis quística, síndrome de Mounier-Kuhn o diabetes, que pueden alterar la composición de la cera.
• Ancianos
• Personas con deterioro cognitivo
• Usuarios de audífonos
• Personas con canal auditivo estrecho o deformado
• Pacientes con afecciones cutáneas
Existen muchas soluciones para limpiar y extraer la cera de los oídos:
La mayoría de los agentes “cerumenolíticos” del mercado solo consiguen reblandecer el tapón de cera, no lo desintegran, por lo que se requiere habitualmente posterior extracción del tapón de cera por parte de un profesional especializado.
Se conoce como “oído del nadador” a la infección del conducto auditivo externo, también llamada otitis externa. A pesar de que hay muchas situaciones que pueden causar otitis externa, es muy frecuente en nadadores, debido a la entrada de agua en el oído, de aquí que reciba este nombre.
Cualquier persona puede padecer una otitis externa. A todos nos ha pasado volver de la piscina o de la playa con esa incómoda sensación de tener agua atrapada en el oído. Incluso, puede ser provocada por el sudor que se retiene en el oído cuando se utilizan los auriculares.
En general, el agua desaparece por si sola, pero si se acumula durante varios días, además de producir un ruido muy desagradable y no dejarnos escuchar bien, puede provocarnos dolor de cabeza, mareos y náuseas, y, en el peor caso, dar lugar a una infección.
Existen varios remedios caseros que pueden ayudar a eliminar el agua atrapada en el oído, pero no todos son seguros, así que es mejor que vayas con precaución.
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a sacar el agua de tus oídos:
- Coloca la cabeza ladeada, con el oído afectado hacia abajo y la palma de tu mano sobre este oído; presiona suavemente hacia dentro y hacia fuera. Esto provocará un movimiento de bombeo y ayudará a que salga el agua.
- Utiliza un secador de pelo para secar el oído y que se evapore el agua. Colócalo a una distancia prudente (unos 20 cm), a una potencia baja y una temperatura no demasiado alta.
- Coloca la cabeza ladeada, con el oído afectado hacia abajo y salta! La presión de los saltos ayudará a expulsar el agua. Estira el lóbulo de la oreja hacia abajo para abrir el conducto auditivo.
- No utilices bastoncillos de algodón: no solo no conseguirás sacar el agua del oído sino que puedes empujar el cerumen y la suciedad dentro del canal auditivo, generando molestias y más riesgo de infección.
oti FAES BoriSEC proporciona unas condiciones idóneas para prevenir la proliferación de agentes patógenos que pueden originar una otitis externa, también conocida como “oído del nadador”, es decir, previene infecciones del conducto auditivo externo.
Si te ocurre alguno de los siguientes casos, es aconsejable que acudas al médico:
• Si el tapón de cera no remite y aparecen síntomas como secreción, dolor de oído, fiebre o pérdida de audición parcial tras limpiar la cera.
• En caso de recurrencia de los tapones de cera, especialmente en pacientes de edad avanzada, con deterioro cognitivo o niños.
• Si la sensación de agua en el oído persiste y aparecen síntomas de infección como dolor o fiebre