Foco en el canal auditivo: la otitis del nadador
La otitis externa difusa, también conocida como oído de nadador, es una inflamación del conducto auditivo externo, que va desde el pabellón auricular hasta el tímpano, y que suele afectar principalmente a personas que realizan deportes acuáticos con frecuencia, como la natación. Ocurren normalmente en condiciones de alta humedad y temperatura.1
¿Qué es y por qué se produce el oído del nadador ?
Se trata de una patología con una alta incidencia, que puede afectar al 10% de la población al menos una vez en su vida, asociada generalmente al exceso de humedad del oído externo. El canal auditivo externo está formado por una estructura cartilaginosa cubierta de una capa oleosa (cerumen), que lo protege frente a la proliferación de microorganismos y patógenos.2-3 Los lavados muy frecuentes y el uso de hisopos de algodón impiden la reinstauración de esta cubierta grasa, facilitando el paso de agentes infecciosos a la dermis. Esta capa de protección superficial tiene normalmente un pH ácido, si se torna alcalino es más fácil su colonización por gérmenes. La ausencia de cerumen es un factor predisponente.
Asimismo, pequeñas heridas en el conducto auditivo externo pueden facilitar la aparición de esta patología por lo que deben evitarse los rascados con horquillas, llaves, palillos u otros útiles.1-3
Setrata de una patología de consulta frecuente a pediatras, médicos de atención primaria, médicos de urgencias y otorrinos.1
El 90% de los casos de otitis del nadador tiene origen bacteriano, y suele afectar a personas que practican deportes acuáticos frecuentemente, o viven en zonas climáticas con mucha humedad, lo que favorece la acumulación de agua en el canal auditivo y, por tanto, la proliferación bacteriana. Limpiar el oído con demasiada frecuencia también puede ser desencadenante del oído del nadador, al debilitar la capa protectora que evita el crecimiento bacteriano.1-3
Si bien la mayor parte de las infecciones del oído externo suelen ser producidas por bacterias como P.aeruginosa o S.aureus, también se han descrito casos de otitis externas producidas por hongos, que suponen en torno al 10% de los casos, y suelen afectar a pacientes tratados durante mucho tiempo con antibióticos óticos, o que han sufrido una exposición continuada al agua, que macera el conducto y cambia su pH. Lo que, junto al calor, proporciona las condiciones adecuadas para el crecimiento fúngico.1-3
¿Qué puede hacerme sospechar que tengo un caso de otitis del nadador?
Los síntomas producidos por la otitis del nadador bacteriana son leves al principio, pero pueden empeorar si no se trata y se deja que se propague. Cursa principalmente con:1-3
- Otalgia moderada-intensa, la presión sobre el trago o la movilización del pabellón auricular resulta asimismo dolorosa. Esta molestia puede convertirse en dolor de moderado a intenso, e incluso irradiarse a la cara, cuello y el lado de la cabeza en los peores casos.
- Ligero enrojecimiento dentro del oído, que se intensifica e inflama si no se trata rápidamente.
- Secreción de líquido claro y sin olor, en un inicio, que al progresar puede acumularse en exceso y provocar sensación de llenura dentro del oído.
- Comezón en el canal auditivo, que va volviéndose más intenso, según progresa la infección.
- Sensación de oído tapado.
- Hipoacusia.
En las infecciones más avanzadas, es posible que aparezca fiebre y bloqueo parcial del canal auditivo por inflamación, líquido y residuos, que puede amortiguar o reducir la capacidad auditiva del paciente.
Por ende, si bien la otitis de nadador no suele ser grave si se trata rápidamente, es posible que surjan ciertas complicaciones que pueden agravar la infección del oído externo.
Practico deportes acuáticos con frecuencia, ¿Cómo puedo evitar el oído del nadador?
Algunos consejos para prevenir el oído del nadador son los siguientes:1-3
- Mantén los oídos secos. Después de nadar o bañarse, inclina la cabeza hacia un costado para ayudar a drenar el agua del conducto auditivo. Seca solo el oído externo, limpiando suavemente con una toalla.
- Nada de forma segura. Protege los oídos al nadar. Usa tapones o un gorro mientras nadas para mantener los oídos secos.
- Protege los oídos de las sustancias irritantes. Coloca algodón en los oídos cuando uses productos como aerosoles o tintes para el cabello.
- Evita colocar objetos extraños en los oídos. Nunca intentes rascar si te pica, ni extraer la cera del oído con instrumentos como hisopos, clips para papeles u horquillas para el cabello, porque sólo conseguirías introducirla aún más en el conducto auditivo.
- La cera de los oídos generalmente se mueve hacia la apertura del conducto auditivo, donde puedes limpiarla suavemente con un paño húmedo.
Ponte en contacto con tu médico, aunque tengas signos y síntomas leves de otitis externa, y recuerda consultar al farmacéutico antes de utilizar algún tratamiento para secar el conducto auditivo externo y prevenir la aparición de infecciones.
- Larach F, et al. Otitis esterna: diagnóstico y manejo práctico. REV. MED. CLIN. CONDES – 2016; 27(6) 898-904
- Osguthorpe JD, Nielsen DR. Otitis externa: Review and clinical update. Am Fam Physician. 2006 Nov 1;74(9):1510-6. PMID: 17111889.
- Wipperman J. Otitis externa. Prim Care. 2014 Mar;41(1):1-9. doi: 10.1016/j.pop.2013.10.001. Epub 2013 Dec 7. PMID: 24439876.