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Cómo eliminar los mocos de los niños

El resfriado común es una de las enfermedades más frecuentes en la población, principalmente en los niños. Los adultos experimentan entre 1 y 3 episodios al año; mientras que los niños pueden padecer hasta 11 dependiendo de la edad1. Un niño escolarizado sufre de media entre 4 y 8 episodios anuales hasta los 10 años de edad, y los niños menores de 3 años la frecuencia puede ser incluso mayor. Entre sus síntomas más comunes, que suelen durar de 4 a 10 días, están el dolor de garganta, la tos, los estornudos, la fiebre, dolor de cabeza y, por supuesto, la congestión nasal y los mocos en la garganta y nariz, que pueden ser muy molestos al impedir al niño respirar con normalidad.2

El resfriado común es una infección viral aguda del tracto respiratorio superior y habitualmente

es autolimitada1. A pesar de ello, es la principal causa de absentismo escolar, por lo que saber cómo lidiar con él, y cómo eliminar los mocos de la nariz es fundamental para que el niño se recupere cuanto antes y pueda volver al colegio.2 Sin embargo, también existen otras causas, como la alergia, el frío o el llanto, que pueden dar lugar a la aparición de mocos.

Los mocos tienen su razón de ser

En condiciones normales producimos al día un litro de moco aproximadamente. Este moco recubre el sistema respiratorio hidratándolo, lubricándolo y actuando como una importante barrera de defensa para nuestro organismo ya que, junto con los cilios y el líquido periciliar, forman parte del sistema de autolimpieza del aparato respiratorio que permite atrapar y eliminar partículas extrañas (contaminantes, polen, etc.), virus y bacterias de nuestro organismo, antes de que puedan ser perjudiciales para nosotros. El moco está formado principalmente por agua (95-97%), sales minerales, glucoproteínas, inmunoglobulinas y compuestos bactericidas como lisozima o lactoferrina.3,4

¿Sabías que el moco puede tener diferentes colores y texturas? 

Pues sí. Cuando tenemos un proceso infeccioso, alérgico o irritativo, el epitelio del aparato respiratorio produce más moco en respuesta a la agresión que estamos sufriendo. Esta mucosidad puede adoptar diferentes colores y esto nos puede dar una idea del proceso que sufrimos y del tratamiento más adecuado para nuestros síntomas, pero recuerda que siempre prevalece el criterio médico a pesar de nuestras sospechas. Podemos tener mocos transparentes, blancos, amarillos o verdes.4 Veamos cada uno de ellos:4,5 

  • Transparente: es el tipo de mucosidad más frecuente, no se relaciona con ninguna patología, se considera una secreción natural y saludable. Es la que se produce cuando el niño llora o hace mucho frío fuera. Esta secreción puede estar aumentada en procesos alérgicos, que no están causados por virus y que además de causar una secreción nasal transparente puede ir acompañado de ojos llorosos y con picor, estornudos y picor en la nariz entre otros síntomas.4,5
  • Blanco: la mucosidad blanca suele estar asociada a una mayor viscosidad, un flujo más lento de eliminación, y podría estar asociado a tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre (inferior a 38ºC) y leves dolores corporales. Esta sintomatología podría ser indicativo de una posible infección bacteriana o vírica, siendo esta última la más común y manifestándose generalmente en forma de resfriado.4,5
  • Verde/amarillo: al igual que la mucosidad blanca, estos colores indican la presencia de una infección, pero en un estadio mucho más avanzado. Indica que el cuerpo se está defendiendo, y esa coloración se debe a las células muertas del sistema inmune, como los glóbulos blancos, que están luchando contra la infección.4,5

De todas maneras, el color de los mocos no confirma que estemos ante una infección bacterianani justifica el tratamiento con antibióticos.

¿Qué podemos hacer con tanto moco?

Cuando la cantidad de moco formada es más de la necesaria pueden taponarse las vías nasales y es recomendable tener en cuenta algunas pautas a seguir con los mocos en niños:1,2

  • Lavarles las manos a menudo y utilizar pañuelos de un solo uso: de esta forma, podemos evitar el contagio del resfriado a otros niños
  • Ofrecerles líquidos con frecuencia: sobre todo agua y zumos naturales
  • Evitar el calor seco excesivo en casa
  • No fumar en espacios en los que puedan estar los niños
  • Ventilar unos minutos al día la habitación del niño

Si con esto no es suficiente, para facilitar la eliminación de los mocos, existen productos para realizar lavados nasales que nos pueden ayudar. Su función es doble: por un lado, arrastran parte del moco nasal hacía la vía digestiva, y por otro, hidratan la mucosidad facilitando su eliminación por las fosas nasales hacia el exterior.2

Los lavados nasales se pueden realizar con:2

  • Suero fisiológico, que se debe administrar en una cantidad y presión adecuada
  • Soluciones marinas con aplicador, que ofrecen la ventaja de una mayor comodidad para el niño y de aportar la presión y cantidad necesaria. Las soluciones marinas ligeramente hipertónicas son especialmente efectivas cuando, además de mocos, existe congestión nasal, ya que debido a su efecto osmótico consigue un drenaje del exceso de agua retenido en las fosas nasales que ayuda a fluidificar la mucosidad y a producir un efecto descongestivo sin irritaciones.

¿Cuándo y cómo se realizan?

Los lavados nasales se pueden utilizar a demanda de las necesidades del niño, cuando la obstrucción nasal lo requiera, y en niños pequeños especialmente antes de comer y del descanso nocturno.2

Para los niños más pequeños, podemos tumbarlos boca arriba y girar su cabeza hasta que apoye su mejilla en la superficie en la que le hemos tumbado. Sin reclinar la cabeza hacía atrás, introducimos la solución de lavado por el orificio que queda mirando hacia arriba. Después cambiaremos de lado para realizar la misma operación en el otro orificio nasal.2,6,7

Los niños mayores son capaces de realizarse los lavados ellos mismos, inclinando la cabeza hacia un lado y posteriormente, al contrario, echando el suero por el agujero nasal que queda más arriba.7

En ambas situaciones, parte de los mocos se expulsarán y otra parte serán tragados, que, por otro lado, es lo normal.7

1. Passioti M, et al. The common cold: potential for future prevention or cure. Curr Allergy Asthma Rep. 2014;14(2):413. 

2.De la flor J. Infecciones de las vías respiratorias Atlas-1: resfriado común. Pediatr Integral. 2022; XXVI (6): 332–339

2.Sociedad española de medicina de familia y comunitaria. Guía práctica de la salud. Enfermedades en la infancia. Mucosidades en el bebé y en la niña y el niño pequeño. Disponible en https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2021/12/17_Unidad_2020-1-1.pdf Último acceso: 05/23.

3.Koeppen B, Stanton B. Funciones no respiratorias del pulmón. En:  Berne y Levi Fisiología (6ªed). 2009. p.477-484

4.COFM blog. Patologías según el color de la mucosidad. Disponible en: https://blog.cofm.es/patologias-segun-el-color-de-la-mucosidad/ Último acceso: 05/23.

5.Healthline. Amarillo, verde, marrón y más: ¿Qué significa el color de mi mucosidad? Disponible en: https://www.healthline.com/health/es/color-de-los-mocos Último acceso: 05/23.

6. Asociación española de pediatría. Lavados nasales. Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/vida-sana/lavados-nasales Último acceso: 05/23.

7.Asociación española de pediatría de atención primaria. Lavados nasales: ¿cómo y cuándo realizarlos? Disponible en: https://www.familiaysalud.es/medicinas/normas-de-uso-de/lavados-nasales-como-y-cuando-realizarlos Último acceso: 05/23.