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Consejos para protegernos del aire acondicionado y que no afecte a la salud respiratoria

Se acerca el calor y consigo la “necesidad” de poner el aire acondicionado. Aunque este nos alivie en los días de más calor, también puede acarrearnos problemas como resfriados o dolor y sequedad de garganta.

Las variaciones bruscas de temperatura, teniendo en cuenta los recintos cerrados enfriados a base de aire acondicionado y los recintos abiertos sometidos a las altas temperaturas, facilitan la aparición de laringitis y faringitis, y alteraciones en la voz.

Además, el aire frío que expulsan los aparatos de aire acondicionado provoca una serie de alteraciones en los sistemas de defensa de la nariz y garganta. Esto hace que los cilios pierdan movilidad y la movilidad de la mucosa se vuelva más lenta, incluso llegando a detenerse. Esto puede dar lugar a aparición de sinusitis y otitis. Sumado a todo esto, el uso de aire acondicionado da lugar a la generación de ambiente seco, lo que también afecta a otros mecanismos de defensa del organismo[1].

¿Qué podemos hacer para evitar que este aparato expulsor de aire frío nos haga daño? Lo primero y más sensato, siempre que podamos, evitar su uso. Vamos con unos consejos para evitar en la medida de lo posible los males que nos puede acarrear el uso del aire acondicionado.

  • Según el coordinador de Urgencias del Hospital Quirónsalud Sur de Madrid, Agustín Fernández Villar, la temperatura que tenemos que mantener en los habitáculos para evitar problemas está entre los 20 y 22 grados.
  • Si hacemos un viaje largo en coche, evitar tener el aire acondicionado puesto durante todo el viaje. Previsiblemente, nuestras vías respiratorias se irritarán por el aire frío y tendremos muchas opciones de enfermar[2].
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura. No es recomendable pasar de un calor agobiante de la calle a un ambiente helador en un recinto cerrado. Esto lo podemos tener en cuenta cuando depende de nosotros la regulación del aire acondicionado. Pero a veces no depende de nosotros, por ejemplo en el lugar de trabajo. Para esas ocasiones podemos hacer uso de un pañuelo por ejemplo, para que el contraste de temperatura en la garganta no sea tan brusco. También podemos hacer uso de un jersey o mantita por si nos quedamos fríos[3].
  • Llevar a cabo una constante y adecuada hidratación. ¿Os suena este consejo? De esta manera haremos frente en gran medida a la sequedad del ambiente que generan los aparatos de aire acondicionado. Recordad que debemos beber de 2 a 3 litros de agua diaria, dependiendo de las necesidades de cada uno.
  • Además de lo anterior, según el doctor Carlos Ramírez, miembro de la junta directiva de la SEORL (Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello), también es muy importante llevar una dieta equilibrada, y mantener las medidas de higiene habituales, poniendo especial atención en el lavado de manos[4].

Seguro que si seguís los pasos que os hemos dado siguiendo las indicaciones de expertos, reducís en gran medida el daño que os puede hacer el aire acondicionado. ¿Tenéis algún consejo más?

[1] https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-aire-acondicionado-pone-peligro-garganta-20160727113302.html

[2] https://www.20minutos.es/noticia/3384375/0/como-usar-aire-acondicionado-evitar-constipado-dolor-garganta/

[3] http://www.airefrescoysano.com/evitar-aire-acondicionado-seque-garganta/

[4] https://www.abc.es/sociedad/abci-peligros-para-garganta-abusar-aire-acondicionado-verano-201607271339_noticia.html