¿Cómo se si mi hijo tiene un tapón de cera en el oído?
En nuestros oídos existe una sustancia situada en el conducto auditivo externo que tiene como función proteger al sistema auditivo del daño que pueden causar objetos o sustancias que entren en él. Es conocido como cerumen o cera y se forma por secreciones de las glándulas de la piel.
En ocasiones esta cera se acumula y puede llegar a taponar el oído de forma completa o parcialmente. Estadísticamente se calcula que un 10% de los niños sufren tapones de cera, algunos por su forma del conducto auditivo, la estrechez del mismo u otros factores son más propensos que otros a sufrirlos. Cuando esto sucede puede dar problemas como: aparente pérdida de audición, dolores en el oído, sensación de tener el oído lleno, picor, tos, mareos o vértigos.
Generalmente los niños no se suelen quejar de dolor a no ser que esté infectado así que para detectarlo hay que observar si tiene cera retenida en el conducto o si la reacción a un estímulo sonoro ha disminuido. En caso de que el tapón esté presente se recomienda quitarlo aunque no haya síntomas aparentes.
El tapón de cera no se produce por una falta de higiene sino por una alteración del mecanismo natural de limpieza del oído y puede diluirse o eliminarlo de diferentes formas:
- Con aceite de oliva o aceite de parafina, aplicar 2 o 3 gotas de aceite en el oído taponado antes de dormir.
- Solución salina, como puede serlo Oti FAES, de venta en farmacia donde puede consultar el modo de uso.
- Vierte unas gotas de manzanilla templada en el oído, puede ayudar a diluir el tapón.
- Vinagre y alcohol: mezcla en un vaso a partes iguales vinagre blanco y alcohol, aplica unas gotas dentro del oído.
- Aplica unas gotas de glicerina en el oído, puede ablandar la cera y facilitar que salga de forma natural por el oído.
Y recuerda que debemos de acudir al otorrinolaringólogo en caso de complicaciones o tener dudas.