Oído seco, oído sano
¿Cuántas veces nos insisten nuestras madres cuando somos pequeños que nos sequemos bien las orejas después de cada baño o ducha? Seguro que todos/as hemos escuchado ese consejo materno en más de una ocasión, y como (casi) siempre nuestras madres tienen razón.
La humedad en el oído puede ser el causante de la aparición de infección por hongos, por eso es importante prestar atención y añadir a nuestra rutina el secarnos el oído correctamente. Vamos a hacer hincapié sobre todo en dos tipos de personas: los más pequeños de la casa y las personas que pasan mucho tiempo en el agua, ya sea por obligación o afición.
Empecemos por los niños/as, muchos/as sufren la conocida otitis, es importante en edades tempranas encargarnos de secarles con algún algodón o bastoncillo la parte externa de la oreja, vamos a recalcar que los bastoncillos no se deben nunca introducir en el oído, este es un tema que trataremos otro día pero recordarlo porque es importante. ¿Y la parte interna del oído? La misma toalla con la que nos secamos pero nunca usar los famosos bastoncillos. Es importante que según crecen los niños/as incorporen este hábito a su rutina de higiene diaria.
¿Cómo podemos saber que nuestro bebé o niño/a sufre está sufriendo una otitis? Los síntomas más habituales suelen ser fiebre, drenaje del oído, sufrir irritabilidad y parecer que está algo sordo, y todo suele empezar con un constante rascamiento de oreja. En caso de observar estos síntomas hay que acudir al pediatra para que valore la situación y tome las medidas oportunas.
El segundo grupo del que vamos a hablar, como hemos dicho antes, es el de adultos que por trabajo o por hobby pasan mucho tiempo en el agua. En este caso el riesgo es padecer la conocida otitis del nadador, en este caso la infección del oído suele comenzar en la zona más exterior siendo uno de los síntomas iniciales la irritación y picazón de la misma. Seguramente el oído supure algo de líquido al inicio y si no lo atajamos a tiempo acabaremos supurando pus. Los demás síntomas son prácticamente los mismos que los descritos en el caso anterior. Y por supuesto debemos acudir al médico en caso de sufrir estos síntomas.
Y para prevenir la otitis del nadador nada mejor que volver a secar los oídos con una toalla al salir del agua, y ayudar a salir el posible agua que haya quedado en el interior del oído inclinando la cabeza hacia ambos lados unas cuantas veces para ayudarla a salir.
¡Disfrutar del agua y mantener los oídos secos es sinónimo de buena salud!