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¿Qué valores de pH hay en cada parte del cuerpo?

Muchas veces leemos o escuchamos eso de que hay que cuidar el pH de la piel pero, ¿qué es exactamente? Pues bien, desde un punto de vista técnico y científico el pH es un símbolo químico que indica la cantidad de hidrógeno en una solución. En un lenguaje más fácil diremos que es la medida de la acidez, o alcalinidad, que hay en una sustancia, en este caso en la piel. Se mide en una escala numérica del 0 al 14.

Cuando te jabonas demasiado provocas que le hipodermis, un tejido ligeramente ácido, que lubrica la piel y la protege de bacterias, irritaciones y/o otras agresiones externas, pierda su acidez. Esto provocará que la piel se vuelva más alcalina y esté más expuesta a las bacterias. Por eso hay que tener cuidado con los productos que se usan en el baño para jabonarse: los que tienen un pH inferior a 6 o superior a 8 alteran los valores normales del pH de nuestra piel. Eso si, no hay que olvidar que según el tipo de piel que tengas los valores de pH variarán.

Pieles normales: el pH oscila el 5.50. Es el menos habitual y tiene como característica un aspecto aterciopelado, sin arrugas, granos o puntos negros.

  • Pieles grasas: tiende a ser alcalino, sin defensa ácida y por ello mas expuesto a bacterias y agentes externos. Tiene un aspecto oleoso por un exceso de producción de aceites en las glándulas sebáceas. Es una piel con acné, poros dilatados y espinillas.
  • Pieles secas: es la piel más seca de lo habitual. Tiene un aspecto de aspereza al tacto y sufre de finas arrugas en personas adultas.

Cuando nacemos contenemos lo marcado como el pH neutro con un valor de 7, algo que disminuye con el paso de los años. Al llegar a la edad adulta el pH ronda entre el 5.50 y el 6. Pero el pH no se encuentra solo en la piel, también en los productos que utilizamos, por ello hay que tener en cuenta que químicos echamos en nuestra piel. Cuando un producto contiene un pH inferior al neutro, 7, se considera un pH neutro ácido en el que predominan los hidrogeniones y es más alcalino. Para los componentes jabonosos se suele recomendar un pH de entre 7 y 7.5.

Los alimentos, el cabello, las uñas, la boca, el semen, el sudor y otros componentes contienen su propio pH.

  • Cabello: en él y en la grasa del cuero cabelludo se encuentra un pH de entre 4.5 y 5.5. Esta acidez natural previene de hongos y bacterias en el cabello.
  • En la boca: tener el pH correcto en la saliva previene de incidencias como las caries o enfermedades periodontales, originadas a partir de la placa bacteriana. Los valores de pH que tienen que darse en la boca son entre 7 y 7,4.
  • En los alimentos: el pH de un alimento determina los tipos de microorganismos que son capaces de crecer en él. Generalmente, estos microorganismos son capaces de sobrevivir entre el 4,6 y el 9 de pH. Prácticamente todos los alimentos son ácidos, lo que implica que sus valores de pH son menores de 7. Es importante que tengan un valor superior al 4,6 ya que si tuviera menos, el alimento, no sería capaz de impedir el crecimiento del Clostridium botulinum, la bacteria que causa el botulismo, una enfermedad mortal.

Lo mismo pasa en los oídos, en este caso el cerumen humano es lo que protege el oído externo. En este cerumen se encuentra el pH necesario para que las bacterias no afecten al sistema auditivo, sonda entre los valores 4 y 5 de acidez. Por ello no hay que retirar toda esta barrera mecánica, evita por tanto los bastoncillos de los oídos y recuerda que Oti Faes TAPONOX respeta el pH de tu oído externo.